HiperResumen
- Análisis de los muros : El muro se reduce a las naos. Las columnas suelen rodear la totalidad del templo.
- Materiales: Mármol
- Análisis de los elementos sustentantes: Columnas dóricas, jónicas y corintias (explicar el orden).
- Análisis de los elementos sustentados: Techumbre arquitrabada y tejado a dos aguas que conforma un frontón. En fachada el entablamento es el principal elemento sustentado (ver distintos tipos de entablamentos).
- Análisis de los vanos: No es relevante
- Análisis de las fachadas: Hileras de columnas. Frontón con tímpano decorado y entablamento. El número de
columnas de la fachada es fundamental para clasificar el templo. - Análisis del espacio interior: Tres partes: pronaos, naos y opistodomos. Prevalece el espacio externo sobre el interno.
- Análisis de la decoración: Órdenes griegos. Proporción. Frisos (triglifos y metopas). Escultura en el tímpano y, dependiendo del orden, en las metopas y frisos.
Resumen
- Es una arquitectura al servicio de la comunidad y a escala humana.
- Su sistema constructivo es arquitrabado.
- La columna prevalece sobre el muro como elemento sustentante.
- Es una arquitectura de valores escultóricos, pues otorga más importancia al aspecto exterior que al espacio interior; es decir, primaba la belleza del «volumen» sobre la utilidad del edificio.
- Su concepto racional de la belleza exige que cada parte del edificio se relacione proporcional y armónicamente con el conjunto.
LOS ÓRDENES ARQUITECTÓNICOS: DÓRICO, JÓNICO Y CORINTIO
Se denomina orden a una determinada forma de combinar distintos elementos arquitectónicos atendiendo a una relación proporcional entre ellos. La unidad de referencia o módulo era el diámetro de la columna, que multiplicado o dividido establecía las dimensiones y proporciones de todas las partes del edificio. Los elementos básicos cuyas características variaban en cada orden arquitectónico eran la columna y el entablamento.
El orden dórico surgió en la península, la tierra de los dorios. Es fuerte, voluminoso y sobrio en decoración: la columna carece de basa, el fuste es robusto (su altura oscila entre cuatro y seis veces el diámetro inferior) y con aristas vivas, y el capitel es muy sencillo, formado por un equino en forma de cojín y un ábaco cuadrado. El entablamento consta de un arquitrabe indiviso, un friso con metopas y triglifos que se alternan en un ritmo concordado con las columnas, y una cornisa superior.
El orden jónico se originó en Asia Menor (jonia) y refleja el gusto de Oriente por lo ornamental: la columna en este caso tiene basa, el fuste es más delgado (su altura es de ocho a diez veces el diámetro inferior) y con estrías de borde romo, y el capitel está decorado con volutas bajo un ábaco muy delgado. El entablamento presenta un arquitrabe generalmente dividido en tres franjas horizontales, un friso continuo sin divisiones y una cornisa.
El orden corintio, por último, apareció a fines del siglo V a.C y fue muy utilizado desde entonces, en particular por los romanos. No es propiamente un orden nuevo, sino una versión más ornamentada del orden jónico, con un nuevo tipo de capitel, que tiene forma de campana invertida, con caulículos (pequeñas volutas en las esquinas) y hojas de acanto.
LOS TEMPLOS
El templo es el tipo de edificio más importante de la arquitectura griega. Pero no era lugar de culto, sino la mansión que albergaba la estatua del dios y sus pertenencias, lo que explica las reducidas dimensiones de la mayoría de ellos. El culto a los dioses, en el que participaba toda la comunidad, se desarrollaba en torno a un altar cercano, al aire libre.
Los primeros templos eran de madera, pero desde el siglo VII se empezó a utilizar la piedra, labrada en sillares o tambores, que se colocaban sin argamasa, si acaso con grapas internas.
No todos los templos eran iguales ni constaban de las mismas partes, pero se pueden señalar las siguientes como las más comunes:
- El estereóbato o plataforma sobre la cual se alzaba, formada por tres escalones, de los cuales el superior, en el que se apoyan las columnas, se denomina estilóbato (de stilos, columna en griego).
- El núcleo central o espacio interior del templo, que podía tener hasta tres estancias: la naos -o cella, como la denominaban los romanos-, sala principal que albergaba la estatua del dios; el pronaos, pórtico que la precedía; y el opistodomos, sala añadida al otro lado de la naos para dar un carácter simétrico al edificio y utilizado en ocasiones para guardar el tesoro o los objetos de culto.
- Una columnata o peristilo, que rodeaba al núcleo central del edificio.
- Un tejado a dos aguas, que generaba sendos frontones en los lados menores.
Por otra parte, los templos griegos se pueden clasificar en diversos tipos, según la disposición de sus columnas o el número de éstas que tuvieran en su frente, Los tipos más frecuentes eran:
- Anfipróstilo. Tiene pórtico en los dos frentes.
- Períptero. Rodeado de una fila de columnas exentas.
Según el número de columnas en su frente, podían ser templos dístilos (dos columnas), tetrástilos (cuatro), hexástilos (seis), octástilos (ocho) o decástilos (diez)